Primero demorados por la pandemia y luego por cuestiones legales de habilitación, pero finalmente se inauguró el complejo de cines Cinépolis ubicado en la plaza Houssay, en el barrio porteño de Recoleta.
El nuevo “Cinépolis Houssay” cuenta con cuatro nuevos cines ubicados en la plaza Houssay, del barrio porteño de la Recoleta y desde hoy está abierto al público en el patio gastronómico subterráneo de la Plaza Houssay luego de dos años de estar listos.
El complejo de cines está ubicado en el Polo gastronómico que la Ciudad construyó la Ciudad en la plaza frente a la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, que tiene en sus alrededores a la avenida Córdoba y la calle Junín, y pertenece a la cadena Cinépolis.
El nuevo Cinépolis cuenta con cuatro salas, de las cuales dos son en pantalla 2D y las otras dos en 3D. Este es el décimo complejo de la empresa mexicana en la Argentina y, en este caso particular, es el recinto más chico, con 2.000 metros cuadrados.
En palabras del gerente comercial de la marca, Diego Bachiller, en la cartelera se encontrará “un mix entre propuestas más masivas y otras más artísticas. Tenemos una mezcla de públicos joven y familiar”. Y además indicó: “abrimos sin difundirlo mucho porque nos enteramos de que salió la habilitación de un momento a otro y no llegamos a preparar la campaña de comunicación, que está arrancando recién ahora”.
Asimismo, entre los complejos que tiene la empresa, en febrero reabrió un complejo en Caballito (primero Village, luego Cinépolis, hoy Atlas) y en abril volvió el cine Atlas Flores. Al mismo tiempo, hubo que lamentar los cierres del Arte Multiplex y el Cinema City General Paz en Belgrano.
Cinépolis Houssay es un cine bajo tierra ya que se construyó en donde funcionaba parte de la cochera subterránea de la plaza, que tuvo que achicarse, y además hoy también sirve para el ingreso de mercadería al cine y los locales gastronómicos del paseo. El dato curioso de este nuevo complejo es que, si se camina hasta el final del cine, se termina casi bajo la parroquia San Lucas y si se baja hasta la primera fila de asientos de la última sala, se llega a una profundidad de nueve metros.
Para su realización, la empresa realizó una inversión de 4 millones de dólares en total, entre construcción y equipamiento. Esta comenzará a tener beneficios recién dos años y medio después de lo planeado. En tanto, la concesión se extiende por 20 años y la programación de sus películas “se irá ajustando de acuerdo a cómo responda el público”, explicó Bachiller, y añadió que serán siete títulos por semana.