La compra de útiles escolares para el ciclo lectivo, según estimaciones de la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines (Capla), se ha convertido en un gasto recurrente que alcanza los $80.000 por año, lo que equivale a un desembolso mensual de $8.000. Esta cifra, revelada por el presidente de Capla, Daniel Iglesias López, refleja la realidad económica que enfrentan las familias argentinas en el regreso a clases.
Iglesias López destacó en una entrevista con Télam Radio que, a pesar de los esfuerzos por minimizar gastos, los útiles escolares siguen siendo el componente más económico del combo de insumos para el regreso a clases. Asimismo, enfatizó que este desembolso no solo incluye útiles, sino también otros elementos como la cuota escolar, calzado e indumentaria.
El presidente de Capla resaltó la importancia de entender la inversión en educación como un pilar fundamental para el futuro del país: “Si no invertimos en educación, difícilmente vamos a tener mejores generaciones de comerciantes, de policías, de dirigentes”, subrayó.
En cuanto a los precios específicos, Iglesias López proporcionó ejemplos que ilustran el costo de algunos artículos escolares. Por ejemplo, mencionó que un paquete de 12 lápices de colores de buena calidad tiene un valor de $1.690 y puede durar hasta 12 meses. Además, comparó el precio de un par de zapatillas de marca y calidad intermedia, que asciende a $100.000, con el costo de la escolarización de cuatro niños, incluyendo mochilas.
Por otro lado, la cadena de librerías ALOT informó sobre un aumento significativo en las compras anticipadas para la vuelta a clases, lo que ha resultado en ahorros considerables para los consumidores. Según fuentes de la empresa, las compras realizadas en diciembre de 2023 representaron el 25% del total estimado para el ciclo lectivo 2024, con ahorros de hasta un 45% en comparación con las compras realizadas en febrero.
Además, se proyecta que las ventas en enero y febrero concentren la mayor parte de las compras, marcando una tendencia de adelantamiento en la adquisición de útiles escolares. Esta tendencia, según ALOT, también refleja una preferencia creciente por productos más amigables con el medio ambiente, como lápices ecológicos y papeles naturales, así como una inclinación hacia prácticas de reutilización y mantenimiento para optimizar el presupuesto familiar.
En definitiva, el inicio de clases no solo implica un regreso a las aulas que conlleva sus gastos en viaje, sino también un desafío económico para las familias, que deben enfrentar el costo de los útiles escolares y otros relacionados con la educación de sus hijos. Sin embargo, estrategias como la compra anticipada y la preferencia por productos eco amigables están emergiendo como formas de mitigar estos gastos y hacer frente a los desafíos financieros que implica la educación.
