El complejo que se encuentra en la plaza Houssay, frente al edificio de la Facultad de Economía sobre la avenida Córdoba, que cuenta con un espacio dedicado al cine que está a cargo de la firma Cinépolis, no puede abrir sus 4 salas donde invirtió 4 millones de dólares. Desde el gobierno porteño afirman que los planos presentados no coinciden con las obras.
La licitación de la obra la ganó la firma Lamp Investments S.A. y se quedó con la construcción del nuevo complejo que se encuentra sobre la avenida Córdoba, entre Junín y Uriburu. Luego de obras de reacondicionamiento, en diciembre de 2019, se inauguró el patio gastronómico, con un estacionamiento que luego sería clausurado por el gobierno de la Ciudad y vuelto a reabrir con la intervención judicial.
El conflicto reside en que desde la Ciudad aseguran que presentaron planos que no muestran lo existente y desde la empresa se quejan por la demora de las inspecciones.
El Campus de Plaza Houssay cuenta con un patio gastronómico con las principales marcas de gastronomía, un gran estacionamiento, la tienda de indumentaria Ceremony y un complejo de cines. Todos los locales están funcionando menos las salas Cinépolis que habían anunciado que abrirían en febrero y siguen sin poder habilitarse.
Sin embargo, el gobierno de la Ciudad informa en su sitio bajo el lema “Compromiso cumplido”, que “abrió un Campus de 1.900 m² de espacio público con emprendimientos comerciales, gastronómicos y culturales, junto con 4 salas de cine con capacidad para 700 personas”, pero el cine nunca abrió.
En tanto, desde la compañía mexicana Cinépolis, tercer operador de cine en el mundo en cantidad de salas, están muy impacientes ya que realizaron una inversión de 4 millones de dólares para abrir su décimo complejo de salas de cine en el país, contrató un plantel de 20 empleados y no consigue abrir.
Además, por parte de la empresa Cinépolis indican que las obras del complejo de cine de Plaza Houssay comenzaron en 2018, fueron terminadas en el 2019 y aún no pueden abrir. Aseguran que nunca les pasó esto en la apertura de las 6.000 salas que tienen en todo el mundo. Ellos mismos anunciaron a los medios que en febrero abrirían y se quedaron sin poder inaugurar.
Desde el Gobierno de la Ciudad explican que el Campus necesita una licencia, no una habilitación, que implica que necesitan inspeccionar las obras antes de aprobarlas. Ya se hicieron dos inspecciones, una en febrero y otra hace días, además de cuatro reuniones, pero no se avanza. Algunos aseguran que no hay acuerdo sobre quién financiará las obras que faltan.
El organismo que debe decidir la habilitación es la Agencia Gubernamental de Control que asegura que el Complejo presentó planos que no están graficados en el lugar. “Falta desde un ascensor para personas discapacitadas hasta elementos como hidrantes o bocas de ataque para usar en caso de incendios que no han sido hechos”, aseguraron desde la AGC. Del otro lado, culpan a la AGC de haber ido a hacer una inspección recién en febrero de este año, cuando el Complejo está abierto desde 2019. Aseguran que “los detalles faltantes son mínimos” y no entienden por qué no le dan la habilitación definitiva al Complejo.
La AGC explica las faltas en un informe: “las butacas de los cines deben coincidir con el plano de incendio y a su vez con lo materializado respecto a su ubicación y cantidad; los cines no reflejan las obras edilicias ni las rejillas del sistema de ventilación existente tanto en las salas como en el paso de acceso”. Desde Cinépolis aseguran haber hecho las reformas. Sobre el plano de incendio del Campus: “deben materializar los hidrantes, los extintos, las bocas de acceso, los rociadores. Deberá materializar el ascensor hidráulico para personas con movilidad reducida”. A menos que se hagan las obras necesarias, el Gobierno de la Ciudad asegura que no le dará la licencia al Campus.
